Pasé 10 meses en Guatemala, dirigiendo la Futeca Camp Elite de Pradera Concepción y, después, en Futeca Camp Elite Cayala. Es una de las academias de fútbol más prestigiosas de Centroamérica y tuve el honor de coordinar los entrenamientos de más de 375 jóvenes promesas del país. Mi labor allí se centró en establecer la metodología de trabajo occidental en esta entidad, fomentando el trabajo diario y premiando a quienes lograban alcanzar unos objetivos predeterminados. En cuanto a los porteros, indicí en un trabajo específico que les permitiera mejorar rápidamente sus condiciones físicas y futbolísticas. También comencé a fomentar el trabajo cognitivo y la toma de decisiones: la idea era hacerles ver que el talento no es suficiente, si no se toma la decisión adecuada en cada momento; del mismo modo, el entrenador es un guía, pero corresponde al futbolista asumir una serie de pautas y luego debe ser capaz de tomar las decisiones él, de forma autónoma.